El verano en invierno

¿Cómo vivir un verano en invierno?
Con frío, lluvia, neblina, paraguas,
imaginando, bailando, cocinando,
conversando, buscando,
asombrando, amando, fotografiando,
finalmente, cómo se me dé la gana
estamos en invierno.

Me encontraba ahí...

Me encontraba ahí en busca de la nada,
esa nada que respiraba día a día,
pero no estabas tú, no te respiraba,
no te sentía, no encontraba tu aroma
que hoy está ahí, pegada a mí,
al borde de la incógnita de esa nada
que nos encontró en algún lugar,
del capítulo que se escribía en la muralla
de la noche.

No sé que decirte exactamente `
para traspasar el borde de lo que no se dice,
de lo que no se explicita, pero que se siente
qué decir, que no decir, en esta búsqueda
de la totalidad, en la simpleza de una sonrisa,
bastará el gesto de lo que puede decirse
¿cómo recorrer las emociones sin tener que
expresar un sentimiento que vive en ellas?.

Asombro

Me asombró la piel que hoy llevas,
desde el recuerdo que tengo cuando el sol nos quemaba
de una forma diferente.
Te busqué entre los recuerdos y ahí estabas,
sólo que yo me fuí a otra búsqueda, a otro sol.

Me asombró la nueva piel o quizás es la misma
que yo vislumbré cuando fue el tiempo
en que nuestros caminos se cruzaron y nos dejamos
llevar por el impulso que los días fueron cercando,
las miradas, los gestos, mientras el sol nos acariciaba
en ese otro tiempo, uno diferente.

Me asombró ver la piel que hoy llevamos,
cada uno con grietas diferentes, con surcos distintos,
un encuentro, un reencuentro con una piel distinta.
pero con la vida por delante, esperando otro sol
que nos queme de una forma diferente.

Sólo recuerdos

Te encontré en el vago recuerdo
más no quise ahondar en aquellos,
en donde nos fundimos con la humedad
del deseo, miré tus ojos y te encontré
en los míos, como en aquellos tiempos,
todo fue un vago recuerdo.

CANTANDO

Cantando estaba él, mientras al otro lado
ella se esforzaba por escucharlo,
mientras caminaba por aquella calle,
con su acostumbrado ruido infernal.
e intentando cruzarla.

Caminaba rumbo al destino aquel
en donde se encontraría con quien
la acompañaría a caminar a este
momento cruel.

El ascensor se divisaba junto a él
y los tacos anunciaban
los pasos que la llevarían donde él
a la muchacha nerviosa
que vestía muy bien.

El encuentro se produjo mientras
el conserje observaba
a aquella muchacha de jovial mirada
nerviosa aún mientra él la esperaba.

EL ENGAÑO

Tu engaño te pertenece
no engañas a nadie más que a ti mismo
nunca te creas tan listo para engañar a
otro ser humano,
más si es una mujer honesta y sincera
que observa tus ojos y lee cómo te mofas en tu interior
creyendo que estás engañando,
más no es así, ella lo sabe en lo más profundo de su ser
lo que tú intentas esconder bajo esa mirada de apariencia
de lo que llamas transparencia, pero que no lo es.

El engaño duele no sólo a quien tú le engañas
sino a ti mismo
mírate al espejo y mira a tu alrededor
todo engaño se cobra,
y se dirige a la dirección que más quieres
si tienes hijos háblales sobre el engaño
muéstrales cómo hacerlo a ver que resulta
si logran licenciarse y te superan
y disfruta el engaño, tu engaño.
mientras te engañas.

¿DONDE ESTAS?

Te busco y no te encuentro,
camino y no encuentro tus huellos,
intuyo el lugar, más no, si estás ahí o no,
alcanzaré lo más cercano a ti.

Para poder encontrarte
esperaré junto a ellos, las noticias
que nos darán.
estoy con quien te acunó al nacer,

Esperamos noticias,
no me muevo, estoy ahí
esperando saber de ti
amor.

¿Dónde estás?
donde sea, que estés intentando volver,
que la tarea haya concluido,
de lo mejor.
Te esperamos,
Te espero.